Consultar a un astrólogo

�� Porque, simplemente, nunca había pasado por la experiencia de la lectura de la carta natal. Simple curiosidad.
�� Porque, a veces, uno desea analizar algún aspecto de la propia vida, interno o externo, desde una óptica diferente.
�� Porque, de vez en cuando, resulta útil pasar revista a distintas situaciones presentes, ponerlas en perspectiva, tratar de encontrarles algún sentido. Y la Astrologia puede colaborar en esto.

Consultas astrológicas:
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viernes, 9 de septiembre de 2011

Astrobiografía de Sri Ramakrishna


No parece haber un día en que uno ya “sabe” del todo interpretar cartas natales. Cada caso trae un nuevo aprendizaje y la posibilidad de descubrir detalles de los que no nos habíamos percatado antes. Una buena práctica de interpretación consiste en estudiar simultáneamente la biografía y la carta astral de personas cuya vida ya se ha desplegado por completo. Éste es el objetivo de las siguientes líneas. Elegí como personaje a Sri Ramakrishna (1836-1886, India). He aquí su carta natal:


BREVÍSIMA SÍNTESIS

Una rápida mirada a esta carta permite detectar dos particularidades notables:
- una pobladísima casa I, y
- un gran trígono que domina prácticamente todo el mapa.
Sobre el primer punto debemos resaltar que en la casa I están el Sol, Urano (regente del Ascendente Acuario), la Luna, Mercurio y Venus, es decir, casi todos los planetas personales (solo Marte no está allí). De aquí podemos deducir una primera idea: cualquiera que haya sido su campo de actividad, Sri Ramakrishna fue artífice de sí mismo, y seguramente aquello que desarrolló tuvo como componente fundamental el expresarse del modo más genuino.

En cuanto al segundo punto, y sin entrar por ahora en el significado del gran trígono pero teniendo en cuenta que está casi toda la carta involucrada en él, implica poca dispersión; que la vida, a rasgos muy generales, está contenida en ciertos carriles.

Si sumamos entonces estos dos primeros factores, la casa I y el gran trígono, podemos hablar de alguien que se dedicó sin mayores distracciones a generar algo que lo involucró de modo completo, y donde la propia expresión tuvo un rol principal. Además, la existencia del gran trígono señala que hay condiciones innatas, prevalecen los recursos internos. No hay necesidad de salir a buscar en el afuera; más bien, las cosas vienen de por sí.

PRIMEROS DATOS BIOGRÁFICOS

Sri Ramakrishna nació una aldea de la India llamada Kamarpukur, en una familia de campesinos de modestos recursos. La familia no era dueña de la tierra, sino que pagaba tributo a un propietario, de modo que vivían en una economía de subsistencia. El matrimonio había tenido cinco hijos: tres de ellos siendo la madre muy joven, y Ramakrishna y una hermana menor cuando ya tenía algo más de 40 años. El hermano mayor, Ramkumar, le llevaba a Ramakrishna treinta y un años. La familia era ortodoxa, observante de costumbres ancestrales.

Retornemos a la carta natal para imaginar qué intereses o inclinaciones pudo tener Ramakrishna en sus primeros años:

En la casa I, al comienzo mismo, nos encontramos con un Sol en Acuario, en conjunción con Urano. La idea que nos surge es la de criterio independiente y rebeldía. En la aldea había una especie de escuela, llevada adelante por un maestro contratado por el dueño de las tierras. Allí concurrían los niños de la vecindad, entre ellos Ramakrishna. Sin embargo, para él la asistencia a las clases no era una obligación; solo iba si quería. A continuación en la casa I está Mercurio en Piscis, en el punto medio entre Urano y la Luna. Este conjunto no parece volcarse hacia lo intelectual. Así es que Ramakrishna ni se sintió obligado, ni tuvo nunca inclinaciones intelectuales. Sin embargo, esos planetas en I se manifestaron de otro modo en su infancia. Lo que sí le gustaba eran las actividades en que la imaginación y el sentimiento estuviesen presenten, en particular las representaciones teatrales y otras expresiones artísticas como la música, el dibujo o moldear imágenes.

MÁS ANÁLISIS ASTROLÓGICO

Veamos nuevamente al Sol en Acuario, que implica una conciencia de formar parte de algo mayor que lo meramente individual. Al estar ubicado en casa I, se hace imperativo manifestar en lo personal o en lo físico esa visión universalista. En conjunción con Urano, vemos que aquello que Ramakrishna expresó, no estaba limitado por las convenciones sociales. Recordemos que Urano es el regente del Ascendente, por lo tanto, es en esta casa I donde habrán de tener lugar experiencias enriquecedoras o reveladoras en su vida.

Podríamos imaginar en este conjunto “Sol conjunción Urano, Ascendente Acuario”, un gran individualismo; muchas veces es esa la manifestación que vemos cuando lo acuariano está acentuado. Esto fue cierto en Ramakrishna en cuanto a que su búsqueda y su trayectoria fueron algo peculiar, extraño incluso para sus compatriotas; se salió de molde. Pero tenemos que notar que Urano no está en Acuario sino en Piscis, preámbulo de otros planetas también en Piscis. El agregado de un Urano en Piscis, más los otros planetas en este signo, aportan un toque más modesto: se conserva el carácter universal de Acuario, pero disminuye su centralismo, el “yo soy diferente”, porque en Piscis no hay yo. Tratemos de incorporar otros elementos para ver si podemos entender cómo se manifestaron estos factores, y en qué ámbitos.

El Sol se encuentra simultáneamente en trígono con Saturno y con Júpiter. De aquí podemos obtener alguna información: Júpiter y Saturno son los dos planetas llamados sociales que, en sus trígonos, vienen a apoyar o facilitar las búsquedas del Sol. Es decir que, a pesar del fuerte componente acuariano y el estar ajeno a lo convencional, Ramakrishna nunca quedó “fuera” de la sociedad, nunca fue un marginal, sí extraño. A su vez, él mismo se nutrió enormemente de la larga tradición de la sociedad a la que perteneció.

MÁS DATOS BIOGRÁFICOS

Veamos entonces cómo siguió su vida. Cuando tenía 7 años murió el padre y Ramkumar, el hermano mayor, quedó a cargo de la familia. Unos años después, para intentar mejorar la situación económica, Ramkumar abrió una escuela de sánscrito en Calcuta y al poco tiempo llevó consigo a la ciudad a Ramakrishna, tanto para poder velar por su educación, como para tenerlo de ayudante en sus clases.
Cuando Ramakrishna tenía 19 años ocurrió un episodio que modificó definitivamente la vida de la familia. Una rica mujer, llamada Rani Rasmani, había hecho construir una serie de templos dedicados a distintos dioses en la localidad de Dakshineswar. Debido a que pertenecía a una baja casta, y de acuerdo con las  costumbres de ese tiempo, no podía encontrar sacerdotes para inaugurar los templos y hacerse cargo del culto. Los sacerdotes, que pertenecían a la casta superior, no accedían a trabajar para alguien “inferior”. Rani Rasmani consultó a diversos eruditos para dilucidar la cuestión, que finalmente fue resuelta por Ramkumar, el hermano de Ramakrishna. La solución sugerida fue que ella pusiera estos templos a nombre de un su maestro espiritual, que sí pertenecía a esa casta superior, y así no habría problemas en que los sacerdotes realizaran sus tareas allí. Así lo hizo Rani Rasmani. Por supuesto, contrató como sacerdote del templo principal, dedicado a la diosa Kali, a Ramkumar que, a partir de ese momento vivió, junto con su hermano Ramakrishna, en Dakshineswar. Ramkumar falleció un año después y finalmente Ramakrishna pasó a desempeñarse como sacerdote del templo de Kali.

SATURNO EN ESCORPIO

Ahora podemos retornar a la carta natal y constatar que en el gran trígono entre el Sol, Saturno y Júpiter no es difícil ver a este sacerdote que sigue un ritual tradicional:

- El Mediocielo (lugar social, profesional) está en Sagitario, signo asociado a la religión
- El regente del Mediocielo, Júpiter, está en Cáncer: el culto consistía en atender a la deidad como si fuese una persona: darle de comer, bañarla, vestirla, etc. (actividades cancerianas)
- Saturno (tradición) está en conjunción con la cúspide de la casa IX (religión)

Sin embargo, el oficio de sacerdote ritualista no alcanza para entender bien esta configuración. No concuerda del todo con la libertad de la conjunción Sol / Urano, ni con la complejidad de un Saturno en Escorpio. Éste último exige un nivel de profundidad que no se satisface con un mero ritual.
Veamos qué lugar ocupa Saturno en esta carta natal:

·        En trígono con el Sol, nos muestra que Ramakrishna, por inconvencional que pudiese ser, tenía búsquedas dirigidas a objetivos, con la idea de llegar.
·        En conjunción con la cúspide de IX en Escorpio: trabaja sobre el eje mental (III/IX). La mente toma un tema y no lo suelta hasta haber ido a fondo.
·        Escorpio necesita averiguar lo que está detrás, y no tiene nada de superficial

El trabajo de sacerdote lleva a la casa IX, pero esta casa es de lo más seria y profunda. Si a esto sumamos la soltura de criterio de Sol-Urano, no es difícil entender lo que sucedió:
A poco de iniciar este trabajo, empezó a preguntarse: ¿está realmente la diosa dentro de la imagen, o llevar a cabo el ritual es algo fútil? Es una buena pregunta del investigador “Sol en Acuario trígono Saturno en Escorpio”
Por lo tanto, una vez que en el eje III/IX, en signos fijos y con Saturno allí surgió esta pregunta, no hubo quien lo detuviera.

CÓMO SE ACTIVA UN GRAN TRÍGONO

Caben aquí algunas palabras más sobre el gran trígono. En sí misma es una configuración que, en lo que concierne a la actividad externa, es pasiva, no necesita nada del afuera, está completa. Además, el mundo interno de agua y aire (como en este caso), no necesita de nada. Puede vivir tranquilamente en su mundo interior, con sus imaginaciones, sus sentires, independientemente del grado de concordancia con el mundo externo. Así sería el gran trígono en estado puro. Pero en las cartas natales suele haber otros elementos que realizan aspectos inarmónicos a los planetas de la configuración. Éstos le proveen de estímulo, son los que no permiten que el agua sea agua estancada.

En esta carta hay tres elementos que realizan esta tarea:

1)     Plutón, en semicuadratura con el Sol y en cuadratura con Júpiter
2)     Venus, en cuadratura con Júpiter y en semisextil con Urano
3)     Neptuno, en cuadratura con Saturno

Plutón y la diosa Kali

Volvamos a nuestra historia. Ramakrishna se hace preguntas acerca de esta diosa a la cual le ha tocado servir. Difícilmente encontremos una imagen más plutoniana que la de Kali. Basta ver la imagen:


Pero revisemos además el mito para completar la idea:

Los dioses yacían exhaustos luego de luchar contra los demonios. Mahishasura, el rey de los demonios, aprovechó la oportunidad para reunir su ejército y declararse gobernador del universo. Esta noticia llegó a oídos de los grandes dioses Vishnu, Shiva, Brahma y otros. Cada uno de ellos, entonces, emitió un poderoso rayo, todos apuntando al mismo lugar. La tremenda concentración de luz tomó la forma de una mujer, Kali.
Cuando los batallones de demonios regresaron para volver a atacar, vieron primero que nada a la diosa, que era de enorme tamaño y, por lo tanto, se dirigieron a ella. Kali rugió a todo volumen y rió de modo desafiante y atemorizante. Sus diez brazos rotaron, destrozando las armas de los demonios, a quienes iba matando con su espada y su maza. Mató a todos ellos, incluso al jefe Mahishasura. Los cuerpos destrozados yacían en el campo de batalla. Los dioses, más que celebrar la victoria, se llenaron de temor. ¿Quién podía detener a Kali? Solamente era posible para Shiva quien, cubierto de cenizas, se acostó entre los muertos y se quedó inmóvil. La diosa, andando entre los cadáveres, de pronto se dio cuenta de que había puesto su pie sobre un hermoso cuerpo masculino. Se detuvo, y miró directamente a los ojos de su esposo Shiva. Cuando se percató de que estaba tocando a su esposo con los pies, acto irrespetuoso para una esposa hindú, Kali sacó la lengua de vergüenza (como se ve en la imagen) y la destrucción llegó a su fin. Kali representa la tremenda fuerza de la naturaleza. También, es una representación alegórica de la lucha interior, entre nuestra naturaleza divina y demoníaca.

Consideremos entonces a Plutón, activando al gran trígono desde sus aspectos inarmónicos con el Sol y con Júpiter, representado por Kali, y veamos qué hizo Ramakrishna para averiguar si realmente había una diosa en esta terrible imagen: cada vez fue dedicando más tiempo al culto y a la meditación. Con el paso del tiempo, esto dio lugar a experiencias místicas, de carácter muy extremo, al punto tal que quienes lo veían consideraban que estaba demente. Como esas extrañísimas experiencias son difíciles de comentar, leamos lo que él mismo contó:

“Había en ese entonces una intolerable angustia en mi corazón porque no podía tener la visión de Kali. Así como un hombre retuerce con fuerza una toalla para sacarle toda el agua, yo sentía como si alguien estuviera retorciendo mi corazón y mi mente. Muy afligido con el pensamiento de que nunca tendría la visión, estaba en gran agonía. Pensaba que no tenía sentido vivir una vida así. Mis ojos cayeron sobre la espada que estaba en el templo. Decidí poner fin a mi vida en ese mismo momento. Como un loco, corrí y tomé la espada, cuando de pronto tuve la maravillosa visión de Kali, y caí inconsciente. No sabía qué pasaba en el mundo externo, pero en el fondo de mi corazón fluía una corriente de intensa dicha, nunca experimentada antes.” (Sri Ramakrishna the great master – Tomo 1 - Pág 162).

En otro pasaje leemos:

“Yo solía adorar a la deidad en el tempo de Kali. De pronto me fue revelado que todo es Puro Espíritu. Los utensilios de culto, el altar, el marco de la puerta, todo era Puro Espíritu. Hombres, animales y otros seres vivientes, todo era Puro Espíritu, Entonces como un loco empecé a esparcir flores por todos lados. Adoraba a todo cuento veía”. (El Evangelio de Sri Ramakrishna - Tomo II – Pág. 61).

Desde el punto de vista astrológico, vemos el funcionamiento del gran trígono de agua en una carta que carece por completo del elemento tierra: perder por completo la conciencia del cuerpo.
Podríamos agregar lo siguiente: partiendo de una pregunta casi intelectual, de aire, (Sol en Acuario conjunción Urano), se fue sumergiendo en las aguas piscianas: Urano en Piscis, Mercurio en Piscis… practicando meditación durante interminables horas, hasta llegar a la Luna en Piscis, al concepto de estar inmerso en esa figura de Madre Universal. La Luna es ápex de una configuración con Marte y Plutón, que dieron su toque ardiente, como se desprende de las citas anteriores. (La Luna está en semisextil con Marte y con Plutón, y Marte y Plutón están en sextil).

Este estado de cosas preocupaba sobremanera a su familia y conocidos, porque no podían dilucidar si en realidad Ramakrishna se había vuelto loco. En el intento de llevarlo “a tierra”, arreglaron para él un matrimonio, a lo que Ramakrishna accedió, con una niña de 5 años, Sárada. Pero, debido a su corta edad, ella continuó viviendo con su familia.

La etapa tan intensa que acabamos de relatar abarcó desde los 20 hasta los 25 años.

Venus en Aries

Venus es el otro planeta que realiza aspectos inarmónicos con el gran trígono y es el que dio una vuelta de tuerca a la historia.

Ramakrishna tenía 25 años. Su lugar de residencia, Dakshineswar, era un lugar de paso de peregrinos que se dirigían a un importante santuario dedicado a Krishna. Entre estos peregrinos llegó una mujer, la “Brahmani”. Era una monja errante que bien puede representarse con Venus en Aries, cercana a los 40 años. En opinión de la Brahmani, Ramakrishna no estaba loco. El problema era que hasta ese momento había actuado de modo Sol- Urano, espontáneamente, según su propio sentir y esto lo había llevado a sus extraños estados. Venus tiene un semisextil con Urano y una cuadratura con Júpiter: movilizó a este trígono de forma que Júpiter pudo poner un marco religiosa y socialmente aceptable a Urano. Ella le enseñó prácticas espirituales bien establecidas en las escrituras, donde si bien lo emocional estaba presente, le proporcionaron un orden que finalmente equilibró los desbordes.

Sin embargo, no fue este el final de su etapa de prácticas espirituales.

Neptuno, fuera de este mundo

A los 28 años, Neptuno progresado acababa de cerrar la cuadratura con Saturno natal. Neptuno es el dispositor de los planetas de la casa I, así que de algún modo dio un cierre a estas experiencias. Neptuno se manifestó de la mano de otro personaje en la vida de Ramakrishna. Se trató también de un monje errante, llamado Totapuri. Estaba tan alejado de toda convención que usaba un taparrabo por toda vestimenta y no se quedaba más de tres días en el mismo lugar. Totapuri trajo nuevas ideas: para él, la adoración de imágenes, y el concepto de Madre universal no eran más que ilusiones de la mente, delirios surgidos de la ignorancia. Este hombre le enseñó a Ramakrishna acerca de algo más real y muy por encima de lo que había estado experimentando hasta el momento: el concepto que los hindúes llaman Brahman, lo absoluto, sin forma, no limitado por el tiempo, el espacio o la causación. Y para experimentarlo, el yo debía dejar de existir, porque en realidad nunca existió. Lo que Totapuri le pedía era algo así como un Neptuno en casa Doce, deshacerse en un ilimitado océano sin forma. Dejemos que Ramakrishna describa esta experiencia por sí mismo.

“El desnudo (así llamaba a Totapuri)… me pidió que hiciera dejar de funcionar a mi mente por completo y me sumergiera en la meditación en el Ser. Pero sucedía que cuando me sentaba a meditar no podía de ninguna manera hacer que la mente fuera más allá del nombre y la forma y cesara de funcionar. La mente se abstraía fácilmente de todas las otras cosas pero, en cuanto lo hacía, la forma íntimamente familiar de la Madre Universal aparecía ante mí como una presencia viviente y me hacía olvidar que tenía que ir más allá de los nombres y las formas. Esto sucedía una y otra vez. Casi pensando que no podría alcanzar ese estado, abrí mis ojos y le dije al desnudo: “No, no puedo. No puedo hacer que la mente deje de funcionar y sumergirme en el Ser”. Retándome con severidad me dijo: “¡Qué! ¿Que no se puede? ¡Qué tontería!” Miró a su alrededor en la choza y encontró un pedazo de vidrio roto. Lo tomó en su mano y con fuerza lo clavó en mi entrecejo con su punta. Dijo: “Reúne la mente en este punto”. Con una firme determinación me senté de nuevo a meditar, y tan pronto como la forma de la Madre Divina apareció ante mi mente como antes, consideré al conocimiento como a una espada y corté la forma de la Madre Divina mentalmente en dos con esa espada de conocimiento. La mente dejó de funcionar, y quedé sumergido en el Ser”. (Sri Ramakrishna the great master – Vol. I - Pág. 290)

¿Cómo concluyó Ramakrishna esta etapa? Consideró finalmente que lo experimentado con las enseñanzas de Totapuri, lo Absoluto, era real, pero que las experiencias en el templo de Kali, lo Relativo, también lo eran. En sus palabras:

“Si aceptas a uno debes aceptar al otro. Es como el fuego y su poder de quemar. Si ves el fuego, debes reconocer su poder de quemar. No puedes pensar en el fuego sin su poder de quemar, ni en el poder de quemar sin el fuego. No puedes concebir los rayos del sol sin el sol, ni el sol sin sus rayos. Uno no puede pensar en lo Absoluto sin lo Relativo o en lo Relativo sin lo Absoluto”- (El Evangelio de Sri Ramakrishna – Tomo I – Pág. 89).

A los 36 años Sárada Devi, su esposa, fue a vivir a Dakshineswar. Una rápida mirada nos muestra que en esta carta, sin oposiciones, con una fuerte casa I y con Venus en Aries también en I, lo interpersonal no es lo esencial, aunque Ramakrishna tuvo un trato muy respetuoso hacia ella.
Hasta los 43 años, no hubo incidentes importantes.

SEGUNDA SÍNTESIS

En este punto nos detenemos para ver qué se había manifestado y qué no de esta carta natal.
El gran trígono implica armonía en cuanto al o los elementos involucrados. Luego de la exaltación juvenil, las aguas de la emoción fluyeron tranquilamente. Para los 30 años había comenzado a funcionar del modo más armónico. Este fluir continuó hasta el final de su vida.
En resumen:
Ya había sido el sacerdote “Sol trígono Júpiter”
Ya había satisfecho el lado más investigador de Sol en Acuario en trígono con Saturno en Escorpio.
El gran trígono no necesitaba de nada más.

Manifestaciones externas y aspectos entre planetas y cúspides

Sin embargo, hay algunos pequeños detalles que faltan:

1)     Además de lo dicho, una casa I prominente habla de “tener presencia”, de no pasar desapercibido ante los demás, resultar llamativo. Incluso el Sol, desde allí, realiza un trígono a la casa V, que también es una casa “visible”.

2)     El Mediocielo en Sagitario tiene a su regente Júpiter en la casa V, lo cual implica que hay una tarea en el mundo social (Mediocielo) relacionada con “mostrar” o “enseñar” (V).

Hay otros elementos que tienden a que no haya quedado todo en una experiencia solamente personal.

- Neptuno, desde la casa XII, tiene un sextil con el Mediocielo, de modo que sus experiencias se hicieron “públicas”.

- La combinación de los signos de la casa I, Acuario y Piscis, tienden a “esto no es sólo para mí, hay algo que debo entregar”.

- Los dos planetas que cierran el gran trígono, Júpiter y Saturno. El Sol tiene contacto con ambos. Esto implica moverse en un espacio social, no estar del todo desprendido o en las nubes. (Distinto hubiese sido el caso, por ejemplo, con Urano y Neptuno).

- Inclusive podría agregarse un elemento más: el Nodo negativo está en Escorpio y IX, ámbito donde pasó su vida, el de las vivencias religiosas. El Nodo positivo, en cambio, está en Tauro y en la casa III. Esto implica partir de lo místico (Escorpio), y luego transmitirlo de modo concreto (Tauro y casa III).

Por lo tanto, a pesar de tratarse de una carta tan personal, existió la inquietud de estar de algún modo socialmente, y de volcar hacia afuera sus extrañas experiencias.

A los 43 años Urano, por tránsito, terminaba de realizar la oposición a Urano natal, y transitaba los primeros grados de Virgo, Este tránsito movilizó con fuerza al gran trígono. Fue por esta época que distintas personas comenzaron a acercarse a él, impactados por su presencia y por los estados que experimentaba, para pedirle instrucción sobre asuntos espirituales. Así, Ramakrishna comenzó a actuar como maestro. También en este caso, no fue él a la gente, sino que la gente se le acercó. Ramakrishna acometió la tarea con entusiasmo. Júpiter, el regente del MC, está en la casa V: enseñar fue un placer.

En la forma de enseñar también se manifestó el estilo ecléctico de Acuario. A Ramakrishna se le acercaron personas pertenecientes a distintas vertientes religiosas, muchas veces antagónicas entre ellas. Guiaba a cada uno según su propia línea, daba instrucciones sin torcer la inclinación de cada uno ya que para él cualquier camino era válido con tal de que se lo siguiera con sinceridad. Decía:

“Hay innumerables senderos que conducen al Océano de la Inmortalidad. Lo esencial es alcanzar el Océano. No importa qué sendero sigas. Imagina que hay un depósito que contiene el Elixir de la Inmortalidad. Serás inmortal si unas cuantas gotas del Elixir caen de alguna manera dentro de tu boca. Puedes entrar al depósito ya sea saltando dentro de él o bien empujado desde atrás o también bajando lentamente los peldaños. El efecto es uno y el mismo. Te volverás inmortal probando una gota de ese Elixir (El Evangelio de Sri Ramakrishna – Tomo 3 – Pág. 136)

Desde el punto de vista de cómo hablaba, qué transmitía, tendríamos que ver de nuevo a Mercurio en Piscis, rodeado de la Luna  y Urano (notar que Mercurio está en aspecto con el eje III/IX): no hay un discurso razonado, intelectual. Las enseñanzas eran dadas en imágenes sencillas. Por ejemplo, sobre el tema de la armonía religiosa:

“La verdad es una, sólo que se la llama con diferentes nombres. Todos buscan la misma Verdad; la variación es debida al clima, temperamento y nombre. Un lago tiene muchas escalinatas. Desde una de ellas los hindúes sacan agua en jarras y la llaman Jal. Desde otro, los musulmanes sacan agua en botas de cuero y la llaman pani. De un tercero, los cristianos sacan la misma cosa y la llaman water. Supongamos que alguien dice que la cosa no es jal, sino pani, o que no es pani sino water. En verdad sería ridículo. Pero esto mismo es la raíz de la fricción entre los grupos, de sus malentendidos y peleas. Pero esto no es bueno. Todos van hacia la misma verdad y la alcanzarán si tienen sinceridad y anhelo en el corazón. (El Evangelio de Sri Ramakrishna, Tomo 2, Pág. 90).

O sobre lo difícil de explicar las experiencias místicas:

“Una muñeca de sal fue a medir la profundidad del océano, pero en cuanto se sumergió se derritió. Se volvió una con el agua del océano. Entonces, ¿quién quedaba para volver e informar sobre su profundidad?” (El Evangelio de Sri Ramakrishna- Tomo 1 – Pág. 166)

Siempre con imágenes, (hay innumerables), se las arreglaba para ilustrar incluso algunos conceptos bastante complejos de la filosofía de la India.

Esta etapa de enseñanzas siguió hasta el final de su vida, 7 años después.
En 1885 comenzó a sufrir de la garganta, enfermedad que finalmente fue diagnosticada como cáncer, y falleció en 1886, a los 50 años.

SÍNTESIS FINAL, SEGÚN MAHATMA GANDHI Y ROMAIN ROLLAND

Dejemos la síntesis final en manos de Mahatma Gandhi y Romain Rolland.

Mahatma Gandhi:

“La historia de Ramakrishna es la de la religión puesta en práctica. Su vida nos permite ver a Dios cara a cara. Sus palabras no son las de un hombre solamente sabio: son páginas extraídas del Libro de la Vida, son revelaciones de sus propias experiencias. En consecuencia, dejan sobre el lector una impresión que no puede resistir. En esta era de escepticismo Ramakrishna ofrece un ejemplo de fe luminosa y viva, que aporta consuelo a millares de hombres y mujeres que, de otro modo, quedarían sin luz espiritual…” (La vida de Ramakrishna – p 235)

Romain Rolland:

“El hombre cuya imagen aquí evoco fue la coronación de dos mil años de la vida interior de un pueblo. No fue un héroe de la acción, como Gandhi, ni un genio del arte o del pensamiento, como Goethe o Tagore. Fue un pequeño aldeano brahmin de Bengala, cuya vida exterior se desarrolló en un cuadro limitado, sin incidentes notables, ajeno a la acción política y social de su tiempo. Pero su vida interior abarcó la multiplicidad de los hombres y de los Dioses” (La vida de Ramakrishna – pág 17).

BIBLIOGRAFÍA

HARDING, Elizabeth U - Kali, the black goddess of Dakshineswar. Nicholas-Hays, Inc, 1993. Maine, USA.
ROLLAND Romain - La vida de Ramakrishna. Editorial Kier, 1976. Buenos Aires, Argentina
Swami SARADANANDA - Sri Ramakrishna the great master. Sri Ramakrishna Math, 1984. Madras, India.
GUPTA, Mahendranath - El Evangelio de Sri Ramakrishna. Ramakrishna Ashrama – Tomo 1, 1978 – Tomo II, 1979 - Tomo III, 1981. Buenos Aires, Argentina.

miércoles, 8 de junio de 2011

Júpiter, su significado en Astrologia

No me acuerdo en qué grado de la escuela primaria, una maestra pronunció en el aula esta conocida frase: “Los hombres nacen, crecen, se reproducen y mueren”. Recuerdo, sí, que me había resultado muy inquietante, porque, ¿acaso la vida se reducía sólo a eso? Sin duda los seres humanos también hacen otras cosas: tienen ocupaciones laborales, atienden a sus familias y realizan muchas actividades más, pero… aún así, la pregunta persiste: ¿es esto la totalidad de la vida?
Cuando al ser humano no le alcanza, cuando aspira a algo más, ingresa en el reino de Júpiter.
Desglosemos a esta aspiración en tres planos:

EN EL PLANO TRASCENDENTE:

Cuando aspiramos a descubrir si esas actividades que constituyen nuestra vida tienen en el fondo algún sentido y nos preguntamos: ¿hay algo más allá? ¿Es el mundo y nuestra vida obra de algún dios? ¿Existe ese dios? ¿Es trascendente, es inmanente? estamos inquiriendo de modo jupiteriano De aquí que una de las primeras asociaciones que podemos hacer es la de Júpiter con las religiones. Y también, con los personajes que las transmiten: los maestros espirituales y los sacerdotes.
Esas preguntas no tienen por qué formularse dentro de una concepción religiosa; también puede haber una indagación racional, que no necesariamente involucre creencias. Júpiter también simboliza la filosofía y la figura del filósofo.

EN EL PLANO SOCIAL

Continuando con nuestra pregunta ¿hay algo más?, podemos llevarla ahora al nivel social. ¿Es la sociedad una inmensa trama de relaciones interpersonales, o esa interacción genera más que la simple suma de ellas? ¿Qué sentido tiene formar parte de esa gran red? De estas preguntas surgen algunos conceptos globales: en esta gran red hay una enorme cantidad de conocimiento accesible a través de la educación; hay diversidad de culturas con las que podemos enriquecernos mediante viajes o lecturas, existen leyes y principios generales que deberían regir todas esas relaciones, como la justicia y la ética. Todos estos son conceptos jupiterianos.

EN EL PLANO PERSONAL

Esa misma pregunta inicial ¿hay algo más? Podemos aplicarla ahora al plano personal. ¿Es mi vida sólo una sucesión de infinitas situaciones cotidianas inconexas, o tiene algún hilo conductor? De esta pregunta se deriva otro concepto relacionado con el planeta Júpiter: el de “sentido”, palabra que ya estuvo presente en los dos planos anteriores. ¿Tiene algún sentido esto que estoy viviendo? ¿Significa algo? También sentido en cuanto a dirección: ¿se encamina mi vida hacia algo? ¿Tiene algún objetivo mayor?
Antes de continuar, leamos nuevamente las palabras marcadas en negrita, que pueden considerarse palabras clave para el planeta Júpiter: aspiración, sentido, maestro espiritual, sacerdote, filosofía, filósofo, conocimiento, educación, viajes, leyes, ética, justicia, significado.

CUALIDADES

A medida que leemos las palabras hasta aquí resaltadas, la sensación que nos provocan puede ayudar a deducir otras características de Júpiter:
- la fe, la confianza, la creencia, la sensación de una protección superior, de formar parte de una totalidad mayor, cuando me pregunto acerca de las cuestiones religiosas; dios, etc.
- el desarrollo y el progreso cuando pienso en la educación, la ética o la justicia.
- alegría, satisfacción, optimismo, ver el futuro con esperanza, entusiasmo, si encuentro un sentido a lo que ocurre cada día.
Júpiter es clasificado habitualmente entre los planetas “mentales”, ya que una de sus funciones es “sintetizar” y generar conceptos globales. Esta visión generalista de Júpiter induce a preguntarse cómo se lleva con las pequeñas cosas de todos los días. Pues bien, Júpiter es hipermétrope: ve de lejos pero no de cerca. También resulta un poco torpe, como un hombre que va caminando por la calle con su mente perdida en grandes temas, pero no ve la columna que tiene adelante de lo ojos y se choca contra ella.

EXCESO

Hasta aquí hemos planteado a Júpiter en el sentido, valga la redundancia, más jupiteriano. Pero de esta sensación de abundancia y plenitud, podemos también pasar al exceso, palabra también relacionada con Júpiter. ¿Qué sucede cuando el exceso se hace presente? Pasamos de lo grande a lo inflado: la fe se convierte en fanatismo, la auto-confianza en soberbia, la moral en mojigatería, el desarrollo o el progreso en inflación.

REGENCIA EN SAGITARIO

Júpiter es el planeta regente de Sagitario, signo representado por un centauro, mitad caballo y mitad hombre. Lleva un arco y una flecha que apunta hacia arriba y hacia adelante. Viene además dotado de una energía casi animal, con sus cuatro patas de caballo para correr más. La idea de mitad animal, mitad hombre y de apuntar hacia arriba, sugiere en primer lugar un nexo entro lo terrenal, el instinto del caballo, y lo mental de la figura humana; y en segundo lugar, entre lo humano y lo divino a través de la flecha. Es fácilmente asimilable a la aspiración y la mirada al futuro que venimos analizando. Júpiter, por lo tanto, está muy cómodo en este signo. También nos sugiere la idea de pensar en Júpiter como en una especie de bisagra o, si se quiere, como una puerta que se abre hacia algo superior.
Este aspecto de “bisagra” podemos verlo de dos formas. Por un lado se asocia a Júpiter, en el cuerpo humano, con la cadera. La posición de la cadera es la que define si se camina en posición erecta o si se camina como los cuadrúpedos, es decir, permite algo característico del ser humano, que es una andar erguido y con la cabeza hacia arriba. Júpiter habla de características específicamente humanas.
Por otro lado, por su posición en el sistema solar, Júpiter (y también Saturno) se ubica entre los planetas llamados personales (Sol, Luna, Mercurio, Venus, y Marte) y los transpersonales (Urano, Neptuno y Plutón). Es decir que tanto nos habla de la interacción de nosotros con la sociedad, como de las posibilidades que la sociedad nos brinda para acceder a temas trascendentes.
Con respecto a la regencia habría que agregar que Júpiter es también co-regente de Piscis, signo asimismo de tipo sintético, pero de carácter más indiferenciado que Sagitario. Júpiter en Sagitario no reniega de lo social y lo personal, mientras que a Júpiter en Piscis le incumbe fundamentalmente lo trascendente, lo que está más allá del nivel social.

JÚPITER Y SATURNO

Como hemos estado viendo, Júpiter representa el principio de expansión que, si no tiene límites, se convierte en inflación. Vimos también que en esta carrera que va hacia arriba y hacia adelante, se pasan por alto situaciones concretas, reales. Saturno es justamente el encargado de hacernos poner los pies sobre la tierra y de obligarnos a mirar con un ojo implacablemente realista. Es la contraparte de Júpiter.
La sociedad, ciertamente, abre muchas posibilidades, pero también implica obligaciones, restricciones y castigos: esto se relaciona con Saturno. En una carta natal, observando a Júpiter y a Saturno podemos descubrir qué nos posibilita la sociedad a través de la posición de Júpiter, y qué obligaciones y restricciones nos impone, a través de Saturno.
El equilibrio entre ambos permite que la mirada abstracta y elevada de Júpiter no haga perder realismo, y que la mirada tan concreta de Saturno no ese convierta en estrechez de miras.

EXILIO EN GÉMINIS

Comparemos ahora a Sagitario con su opuesto: Géminis, signo en el que Júpiter está “en exilio”. En Géminis tenemos dos hermanos iguales y, sin embargo, Mercurio, su planeta regente, dice: “aquí está uno y aquí está el otro”. Sagitario, en cambio, está constituido de dos seres totalmente diferentes, un hombre y un caballo y, sin embargo, están fundidos en uno. Júpiter se las arregla para hacer una sola figura de dos distintas. Mercurio es analítico: logra separar hasta lo que no se puede separar. Júpiter engloba, sintetiza hasta lo más diverso, forma un concepto único de elementos muy distintos.

EXALTACIÓN EN CÁNCER

Júpiter está en exaltación en Cáncer. ¿Cómo se explica un planeta tan inspirado, con una dignidad especial en un signo más bien ligado a la esfera familiar e íntima? Creo que hay una buena respuesta a esta pregunta en la siguiente imagen (tomada del libro "El héroe de las mil caras" de Joseph Campbell").
Según Joseph Cambpell, el famoso experto en mitología, el dios equivalente a Júpiter en el mundo incaico es Viracocha, el padre universal. En esta imagen se ve a Viracocha llorando: con sus lágrimas fertiliza la tierra. Este Júpiter, a pesar de su grandeza, se duele de las necesidades y sufrimientos de la tierra y llora. Su alta posición no le hace perder de vista las pequeñas necesidades de los hombres y, así, se convierte en un padre protector y compasivo. Así es Júpiter en Cáncer. El Júpiter de fuego, en cambio, con su grandiosidad, y a pesar de su benevolencia, está más allá de los sufrimientos humanos.

JÚPITER EN LA CARTA NATAL

Ningún factor astrológico dentro de una carta natal puede ser interpretado de modo aislado; cada uno se ve aumentado, disminuido o modificado por otros factores. Esto mismo ocurre con Júpiter. Todos lo tenemos ubicado en algún punto de nuestra carta natal, es decir, en todos nosotros se encuentra el potencial de expansión, de desarrollo, de alegría, pero para algunos estos temas son más centrales que para otros y se manifiestan en ámbitos distintos de la vida. La interpretación requiere entonces de un análisis de la totalidad de la carta natal aunque comprende, como mínimo, lo siguiente:
En primer lugar, podemos pensar a Júpiter como “vestido” del elemento y/o el signo en que se encuentra. Por casa, Júpiter muestra dónde está la oportunidad y el potencial para que la persona encuentre un sentido a su vida. En tercer lugar, los aspectos de Júpiter indican qué factores ayudan y cuáles dificultan el posible desarrollo.
Como ejemplo del primero de estos pasos, siguen unas pocas ideas sobre Júpiter en los elementos Fuego, Aire, Agua y Tierra.
Júpiter en el elemento fuego tiene la mayor naturalidad para manifestar las características jupiterianas puras: el entusiasmo, la fe, los excesos. De entre todos los elementos, es quizás al que más se lo encuentra personificado: soy el elegido, soy más que los demás.
En los signos de agua la sabiduría se nutre de experiencias emocionales, de intuiciones, podría imaginárselo como un predicador que apuesta a conmover a su auditorio o, también, como a un cura en el confesionario.
En los signos de aire la figura es más bien la del filósofo racional, que se basa en el pensamiento para explicar el mundo. Un símbolo para Júpiter en, por ejemplo, Géminis, podría ser el de un periodista que escribe columnas de opinión o editoriales, que intenta ver un hilo conductor en la multiplicidad de noticias.
En el caso del elemento tierra, uno se pregunta cómo se lleva Júpiter con lo concreto y terrenal. ¿Cómo se las ingenia Júpiter para dejar su marca cuando tiene que moverse en la rutina cotidiana, en las actividades comunes, en algo habitualmente de tan poco vuelo? Por algo se considera a Júpiter en Capricornio “en caída”. Sin embargo, Júpiter en el elemento tierra también puede abrirse camino para manifestarse. Quizás uno dio la vuelta al mundo buscando la verdad, estudiando mil sistemas filosóficos para darse cuenta, finalmente, de que la verdad se hallaba muy cerca. Como dice la chacarera: “y estaba donde nací lo que buscaba por ahí”.
Júpiter en tierra puede descubrir el funcionamiento del universo a partir de experiencias cotidianas, siempre y cuando esté atento. De todos modos no tiene el glamour de los otros elementos, no genera tanta admiración en el mundo social. Una figura adecuada es la del maestro de oficios que no sólo le enseña técnicas a su aprendiz sino que también le va develando gradualmente los secretos, tanto del oficio como de la vida.
Un pequeño ejemplo: Alexander Graham. Bell, el inventor del teléfono, tenía a Júpiter en Géminis. Qué mejor signo para representar a la tremenda expansión de las comunicaciones que significó su invento. Pero, además, Júpiter estaba en la casa III, mostrando que fue justamente en el ámbito de las comunicaciones donde Bell desarrolló su potencial y obtuvo el mayor reconocimiento social. Esta posición tan clara no se limitó sin embargo a este invento. Bell también fue maestro de sordos (por varias razones, tanto técnicas como personales, esta profesión fue la condición para poder crear el teléfono), actividad ligada también a desarrollar o facilitar una mejor comunicación.
Para terminar recordemos que en el mito griego Cronos (Saturno), el padre de Zeus (Júpiter), se tragaba a sus hijos cuando nacían. Así lo hizo con los hermanos de Zeus. Pero cuando él nació fue salvado por su madre quien, en vez de entregárselo a su esposo, en su lugar le presentó una piedra envuelta en pañales. Júpiter nunca perdió su libertad. De igual forma, Júpiter en nuestra carta natal es un recordatorio astrológico de que, aún viviendo en este mundo de pesadas cargas, siempre existe la posibilidad de que una puerta se abra y encontremos un significado para nuestras vidas.

BIBLIOGRAFÍA

ADLER, Oscar - La astrología como ciencia oculta – Editorial Kier. 1984. Buenos Aires, Argentina
GRAVES Robert - The Greek Myths – Penguin Books. 1955. Edinburgh. Inglaterra
CAMPBELL, Joseph - El héroe de las mil caras – Fondo de Cultura Económica. 1993. México, D. F. México

Silvina Simonovich
Mayo de 2011

jueves, 2 de junio de 2011

Lectura de cartas natales, revoluciones solares y otras técnicas
Contactarse por e-mail: simonovich510@gmail.com


Para calcular una carta natal son necesarios estos datos:
  • Fecha de nacimiento
  • Hora de nacimiento
  • Lugar de nacimiento
Casi todos conocen con precisión tanto la fecha como el lugar de nacimiento. No ocurre lo mismo con la hora; para obtenerla tenemos que confiar en una partida de nacimiento o en el recuerdo de la madre u otro familiar. Vemos claramente que este último dato no es tan seguro como los otros. Esta incertidumbre, dependiendo de su magnitud, puede afectar o no, en mayor o menor grado, la aplicación de las técnicas astrológicas. Una forma de salvar este escollo es que el astrólogo "rectifique" la carta natal. Para realizar este proceso se necesitan otros datos adicionales: fechas de acontecimientos relevantes de la propia vida (nacimiento de hermanos, hijos, nietos, matrimonio, graducación, trabajos, viajes, etc).
Estos son los datos que solicito a quienes desean  realizar una consulta astrológica.