Consultar a un astrólogo

�� Porque, simplemente, nunca había pasado por la experiencia de la lectura de la carta natal. Simple curiosidad.
�� Porque, a veces, uno desea analizar algún aspecto de la propia vida, interno o externo, desde una óptica diferente.
�� Porque, de vez en cuando, resulta útil pasar revista a distintas situaciones presentes, ponerlas en perspectiva, tratar de encontrarles algún sentido. Y la Astrologia puede colaborar en esto.

Consultas astrológicas:
lectura de cartas natales, revoluciones solares y otras técnicas.
Las consultas pueden ser presenciales o por teleconferencia.

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miércoles, 8 de junio de 2011

Júpiter, su significado en Astrologia

No me acuerdo en qué grado de la escuela primaria, una maestra pronunció en el aula esta conocida frase: “Los hombres nacen, crecen, se reproducen y mueren”. Recuerdo, sí, que me había resultado muy inquietante, porque, ¿acaso la vida se reducía sólo a eso? Sin duda los seres humanos también hacen otras cosas: tienen ocupaciones laborales, atienden a sus familias y realizan muchas actividades más, pero… aún así, la pregunta persiste: ¿es esto la totalidad de la vida?
Cuando al ser humano no le alcanza, cuando aspira a algo más, ingresa en el reino de Júpiter.
Desglosemos a esta aspiración en tres planos:

EN EL PLANO TRASCENDENTE:

Cuando aspiramos a descubrir si esas actividades que constituyen nuestra vida tienen en el fondo algún sentido y nos preguntamos: ¿hay algo más allá? ¿Es el mundo y nuestra vida obra de algún dios? ¿Existe ese dios? ¿Es trascendente, es inmanente? estamos inquiriendo de modo jupiteriano De aquí que una de las primeras asociaciones que podemos hacer es la de Júpiter con las religiones. Y también, con los personajes que las transmiten: los maestros espirituales y los sacerdotes.
Esas preguntas no tienen por qué formularse dentro de una concepción religiosa; también puede haber una indagación racional, que no necesariamente involucre creencias. Júpiter también simboliza la filosofía y la figura del filósofo.

EN EL PLANO SOCIAL

Continuando con nuestra pregunta ¿hay algo más?, podemos llevarla ahora al nivel social. ¿Es la sociedad una inmensa trama de relaciones interpersonales, o esa interacción genera más que la simple suma de ellas? ¿Qué sentido tiene formar parte de esa gran red? De estas preguntas surgen algunos conceptos globales: en esta gran red hay una enorme cantidad de conocimiento accesible a través de la educación; hay diversidad de culturas con las que podemos enriquecernos mediante viajes o lecturas, existen leyes y principios generales que deberían regir todas esas relaciones, como la justicia y la ética. Todos estos son conceptos jupiterianos.

EN EL PLANO PERSONAL

Esa misma pregunta inicial ¿hay algo más? Podemos aplicarla ahora al plano personal. ¿Es mi vida sólo una sucesión de infinitas situaciones cotidianas inconexas, o tiene algún hilo conductor? De esta pregunta se deriva otro concepto relacionado con el planeta Júpiter: el de “sentido”, palabra que ya estuvo presente en los dos planos anteriores. ¿Tiene algún sentido esto que estoy viviendo? ¿Significa algo? También sentido en cuanto a dirección: ¿se encamina mi vida hacia algo? ¿Tiene algún objetivo mayor?
Antes de continuar, leamos nuevamente las palabras marcadas en negrita, que pueden considerarse palabras clave para el planeta Júpiter: aspiración, sentido, maestro espiritual, sacerdote, filosofía, filósofo, conocimiento, educación, viajes, leyes, ética, justicia, significado.

CUALIDADES

A medida que leemos las palabras hasta aquí resaltadas, la sensación que nos provocan puede ayudar a deducir otras características de Júpiter:
- la fe, la confianza, la creencia, la sensación de una protección superior, de formar parte de una totalidad mayor, cuando me pregunto acerca de las cuestiones religiosas; dios, etc.
- el desarrollo y el progreso cuando pienso en la educación, la ética o la justicia.
- alegría, satisfacción, optimismo, ver el futuro con esperanza, entusiasmo, si encuentro un sentido a lo que ocurre cada día.
Júpiter es clasificado habitualmente entre los planetas “mentales”, ya que una de sus funciones es “sintetizar” y generar conceptos globales. Esta visión generalista de Júpiter induce a preguntarse cómo se lleva con las pequeñas cosas de todos los días. Pues bien, Júpiter es hipermétrope: ve de lejos pero no de cerca. También resulta un poco torpe, como un hombre que va caminando por la calle con su mente perdida en grandes temas, pero no ve la columna que tiene adelante de lo ojos y se choca contra ella.

EXCESO

Hasta aquí hemos planteado a Júpiter en el sentido, valga la redundancia, más jupiteriano. Pero de esta sensación de abundancia y plenitud, podemos también pasar al exceso, palabra también relacionada con Júpiter. ¿Qué sucede cuando el exceso se hace presente? Pasamos de lo grande a lo inflado: la fe se convierte en fanatismo, la auto-confianza en soberbia, la moral en mojigatería, el desarrollo o el progreso en inflación.

REGENCIA EN SAGITARIO

Júpiter es el planeta regente de Sagitario, signo representado por un centauro, mitad caballo y mitad hombre. Lleva un arco y una flecha que apunta hacia arriba y hacia adelante. Viene además dotado de una energía casi animal, con sus cuatro patas de caballo para correr más. La idea de mitad animal, mitad hombre y de apuntar hacia arriba, sugiere en primer lugar un nexo entro lo terrenal, el instinto del caballo, y lo mental de la figura humana; y en segundo lugar, entre lo humano y lo divino a través de la flecha. Es fácilmente asimilable a la aspiración y la mirada al futuro que venimos analizando. Júpiter, por lo tanto, está muy cómodo en este signo. También nos sugiere la idea de pensar en Júpiter como en una especie de bisagra o, si se quiere, como una puerta que se abre hacia algo superior.
Este aspecto de “bisagra” podemos verlo de dos formas. Por un lado se asocia a Júpiter, en el cuerpo humano, con la cadera. La posición de la cadera es la que define si se camina en posición erecta o si se camina como los cuadrúpedos, es decir, permite algo característico del ser humano, que es una andar erguido y con la cabeza hacia arriba. Júpiter habla de características específicamente humanas.
Por otro lado, por su posición en el sistema solar, Júpiter (y también Saturno) se ubica entre los planetas llamados personales (Sol, Luna, Mercurio, Venus, y Marte) y los transpersonales (Urano, Neptuno y Plutón). Es decir que tanto nos habla de la interacción de nosotros con la sociedad, como de las posibilidades que la sociedad nos brinda para acceder a temas trascendentes.
Con respecto a la regencia habría que agregar que Júpiter es también co-regente de Piscis, signo asimismo de tipo sintético, pero de carácter más indiferenciado que Sagitario. Júpiter en Sagitario no reniega de lo social y lo personal, mientras que a Júpiter en Piscis le incumbe fundamentalmente lo trascendente, lo que está más allá del nivel social.

JÚPITER Y SATURNO

Como hemos estado viendo, Júpiter representa el principio de expansión que, si no tiene límites, se convierte en inflación. Vimos también que en esta carrera que va hacia arriba y hacia adelante, se pasan por alto situaciones concretas, reales. Saturno es justamente el encargado de hacernos poner los pies sobre la tierra y de obligarnos a mirar con un ojo implacablemente realista. Es la contraparte de Júpiter.
La sociedad, ciertamente, abre muchas posibilidades, pero también implica obligaciones, restricciones y castigos: esto se relaciona con Saturno. En una carta natal, observando a Júpiter y a Saturno podemos descubrir qué nos posibilita la sociedad a través de la posición de Júpiter, y qué obligaciones y restricciones nos impone, a través de Saturno.
El equilibrio entre ambos permite que la mirada abstracta y elevada de Júpiter no haga perder realismo, y que la mirada tan concreta de Saturno no ese convierta en estrechez de miras.

EXILIO EN GÉMINIS

Comparemos ahora a Sagitario con su opuesto: Géminis, signo en el que Júpiter está “en exilio”. En Géminis tenemos dos hermanos iguales y, sin embargo, Mercurio, su planeta regente, dice: “aquí está uno y aquí está el otro”. Sagitario, en cambio, está constituido de dos seres totalmente diferentes, un hombre y un caballo y, sin embargo, están fundidos en uno. Júpiter se las arregla para hacer una sola figura de dos distintas. Mercurio es analítico: logra separar hasta lo que no se puede separar. Júpiter engloba, sintetiza hasta lo más diverso, forma un concepto único de elementos muy distintos.

EXALTACIÓN EN CÁNCER

Júpiter está en exaltación en Cáncer. ¿Cómo se explica un planeta tan inspirado, con una dignidad especial en un signo más bien ligado a la esfera familiar e íntima? Creo que hay una buena respuesta a esta pregunta en la siguiente imagen (tomada del libro "El héroe de las mil caras" de Joseph Campbell").
Según Joseph Cambpell, el famoso experto en mitología, el dios equivalente a Júpiter en el mundo incaico es Viracocha, el padre universal. En esta imagen se ve a Viracocha llorando: con sus lágrimas fertiliza la tierra. Este Júpiter, a pesar de su grandeza, se duele de las necesidades y sufrimientos de la tierra y llora. Su alta posición no le hace perder de vista las pequeñas necesidades de los hombres y, así, se convierte en un padre protector y compasivo. Así es Júpiter en Cáncer. El Júpiter de fuego, en cambio, con su grandiosidad, y a pesar de su benevolencia, está más allá de los sufrimientos humanos.

JÚPITER EN LA CARTA NATAL

Ningún factor astrológico dentro de una carta natal puede ser interpretado de modo aislado; cada uno se ve aumentado, disminuido o modificado por otros factores. Esto mismo ocurre con Júpiter. Todos lo tenemos ubicado en algún punto de nuestra carta natal, es decir, en todos nosotros se encuentra el potencial de expansión, de desarrollo, de alegría, pero para algunos estos temas son más centrales que para otros y se manifiestan en ámbitos distintos de la vida. La interpretación requiere entonces de un análisis de la totalidad de la carta natal aunque comprende, como mínimo, lo siguiente:
En primer lugar, podemos pensar a Júpiter como “vestido” del elemento y/o el signo en que se encuentra. Por casa, Júpiter muestra dónde está la oportunidad y el potencial para que la persona encuentre un sentido a su vida. En tercer lugar, los aspectos de Júpiter indican qué factores ayudan y cuáles dificultan el posible desarrollo.
Como ejemplo del primero de estos pasos, siguen unas pocas ideas sobre Júpiter en los elementos Fuego, Aire, Agua y Tierra.
Júpiter en el elemento fuego tiene la mayor naturalidad para manifestar las características jupiterianas puras: el entusiasmo, la fe, los excesos. De entre todos los elementos, es quizás al que más se lo encuentra personificado: soy el elegido, soy más que los demás.
En los signos de agua la sabiduría se nutre de experiencias emocionales, de intuiciones, podría imaginárselo como un predicador que apuesta a conmover a su auditorio o, también, como a un cura en el confesionario.
En los signos de aire la figura es más bien la del filósofo racional, que se basa en el pensamiento para explicar el mundo. Un símbolo para Júpiter en, por ejemplo, Géminis, podría ser el de un periodista que escribe columnas de opinión o editoriales, que intenta ver un hilo conductor en la multiplicidad de noticias.
En el caso del elemento tierra, uno se pregunta cómo se lleva Júpiter con lo concreto y terrenal. ¿Cómo se las ingenia Júpiter para dejar su marca cuando tiene que moverse en la rutina cotidiana, en las actividades comunes, en algo habitualmente de tan poco vuelo? Por algo se considera a Júpiter en Capricornio “en caída”. Sin embargo, Júpiter en el elemento tierra también puede abrirse camino para manifestarse. Quizás uno dio la vuelta al mundo buscando la verdad, estudiando mil sistemas filosóficos para darse cuenta, finalmente, de que la verdad se hallaba muy cerca. Como dice la chacarera: “y estaba donde nací lo que buscaba por ahí”.
Júpiter en tierra puede descubrir el funcionamiento del universo a partir de experiencias cotidianas, siempre y cuando esté atento. De todos modos no tiene el glamour de los otros elementos, no genera tanta admiración en el mundo social. Una figura adecuada es la del maestro de oficios que no sólo le enseña técnicas a su aprendiz sino que también le va develando gradualmente los secretos, tanto del oficio como de la vida.
Un pequeño ejemplo: Alexander Graham. Bell, el inventor del teléfono, tenía a Júpiter en Géminis. Qué mejor signo para representar a la tremenda expansión de las comunicaciones que significó su invento. Pero, además, Júpiter estaba en la casa III, mostrando que fue justamente en el ámbito de las comunicaciones donde Bell desarrolló su potencial y obtuvo el mayor reconocimiento social. Esta posición tan clara no se limitó sin embargo a este invento. Bell también fue maestro de sordos (por varias razones, tanto técnicas como personales, esta profesión fue la condición para poder crear el teléfono), actividad ligada también a desarrollar o facilitar una mejor comunicación.
Para terminar recordemos que en el mito griego Cronos (Saturno), el padre de Zeus (Júpiter), se tragaba a sus hijos cuando nacían. Así lo hizo con los hermanos de Zeus. Pero cuando él nació fue salvado por su madre quien, en vez de entregárselo a su esposo, en su lugar le presentó una piedra envuelta en pañales. Júpiter nunca perdió su libertad. De igual forma, Júpiter en nuestra carta natal es un recordatorio astrológico de que, aún viviendo en este mundo de pesadas cargas, siempre existe la posibilidad de que una puerta se abra y encontremos un significado para nuestras vidas.

BIBLIOGRAFÍA

ADLER, Oscar - La astrología como ciencia oculta – Editorial Kier. 1984. Buenos Aires, Argentina
GRAVES Robert - The Greek Myths – Penguin Books. 1955. Edinburgh. Inglaterra
CAMPBELL, Joseph - El héroe de las mil caras – Fondo de Cultura Económica. 1993. México, D. F. México

Silvina Simonovich
Mayo de 2011

jueves, 2 de junio de 2011

Lectura de cartas natales, revoluciones solares y otras técnicas
Contactarse por e-mail: simonovich510@gmail.com


Para calcular una carta natal son necesarios estos datos:
  • Fecha de nacimiento
  • Hora de nacimiento
  • Lugar de nacimiento
Casi todos conocen con precisión tanto la fecha como el lugar de nacimiento. No ocurre lo mismo con la hora; para obtenerla tenemos que confiar en una partida de nacimiento o en el recuerdo de la madre u otro familiar. Vemos claramente que este último dato no es tan seguro como los otros. Esta incertidumbre, dependiendo de su magnitud, puede afectar o no, en mayor o menor grado, la aplicación de las técnicas astrológicas. Una forma de salvar este escollo es que el astrólogo "rectifique" la carta natal. Para realizar este proceso se necesitan otros datos adicionales: fechas de acontecimientos relevantes de la propia vida (nacimiento de hermanos, hijos, nietos, matrimonio, graducación, trabajos, viajes, etc).
Estos son los datos que solicito a quienes desean  realizar una consulta astrológica.