Creo
que a todos los que practicamos la Astrología nos ha pasado: mientras
conversamos con alguien o lo vemos actuar o reaccionar, mentalmente lo vamos
asociando con las posiciones de su carta natal. Sucede constantemente. Y así
siempre tenemos la oportunidad de seguir aprendiendo. No podemos conversar con
Amado Nervo, pero podemos hacer de cuenta por un rato que está cerca de
nosotros a través de sus escritos y poemas, y aprender. Vale la pena,
tratándose de un escritor tan virginianamente ajustado y cuidado en su
expresión. Aquí está su carta natal:
SOL Y LUNA EN LA
CASA IV
Sabemos
de las inquietudes espirituales de Nervo, que se cuelan claramente en múltiples
poesías. Con el Sol y la Luna en casa IV, tarde o temprano se siente la
necesidad de dejar la superficie, las frivolidades de la vida, e ir hacia el
interior. En el poema “Las dos redes” se deja ver esa casa IV como: “el fondo del Abismo”,
“lo más
inviolado de uno mismo”. Lanzó allí dos redes, la red “solar”, del
análisis consciente, y la red de la Luna, de la intuición.
CASA
IV Dos
redes arrojé –me dijo el nauta-
DE
AGUA al
fondo del Abismo
en que van buceando las preguntas
y en que se pierde todo raciocinio.
SOL Fue
la red del análisis primero;
tras ella, todo el cable del navío
desenrollé, y al cabo de los
tiempos
pasados en errar, sin luz ni tino
por la llanura negra en que no hay
playas,
enrollando fui el cable del navío.
Con tembloroso anhelo
EN
VIRGO examiné
las mallas, hilo a hilo,
y de la red vi el fondo, con
angustia,
y estaba el fondo de la red
vacío!”
Dos redes arrojé –me dijo el
nauta-
al fondo del Abismo
en que van las preguntas buceando
y en que se pierde todo
raciocinio:
LUNA fue la segunda la INTUICIÓN,
el hondo
sentir, la malla firme del
instinto,
el ojo misteriosamente abierto,
imperturbablemente claro y
límpido,
que mira desde el fondo de la
almas,
en lo más inviolado de uno mismo;
y al enrollar, después de breve
tiempo,
el cable del navío,
encontré flora y fauna
indescriptibles;
perlas enormes de oriente
magnífico,
criaturas, de tan tenues,
irreales,
y de tan bellas, sin igual
prodigio;
un mundo, un mundo nuevo, todo un
mundo,
hasta ayer, por mi mal, desconocido…”.
“Dos redes arrojé –me dijo el
nauta-
al fondo del Abismo”.
Septiembre de
1915 (El estanque de los lotos)
En
“Epitafio”
también se vislumbra al Sol en Virgo intentando, con su racionalidad, “resolver la
ecuación de lo absoluto”, y cayendo finalmente en el lago de la casa
IV.
Fue, con un delirante
misticismo,
buscándose él en Dios, y la
presencia
de Dios en lo más hondo de sí
mismo:
en el espejo azul de su
conciencia.
¡Intentó, con ardor, pero sin
fruto,
resolver la ecuación de lo
absoluto…
hasta que, al fin, cayó en el lago
quieto
en cuyo fondo estaba el gran
secreto!
Septiembre
de 1914 (El estanque de los lotos)
El
Sol de Nervo, por estar prácticamente inaspectado, quiere dar rienda suelta a esa
búsqueda en las profundidades. Su único contacto es con Neptuno en Aries, de
modo que está imbuido de la idea de lo absoluto y de la entrega a un ideal. El
impulso es fuerte, pero la sesquicuadratura propone un camino con altibajos, la
fe puede llevar por caminos poco satisfactorios. Nervo, consciente de esto (y
de la posibilidad de engaños neptunianos) dice:
“Cree, pues, si rubor,
amigo. Si te engañan, cuando menos tuviste la dicha de haber creído”.
Esta
es un frase “Sol sesquicuadratura Neptuno”, que pertenece a “Organizado para
creer” (¡Virgo se organiza hasta para creer!)
ORGANIZADO
PARA CREER
(fragmento – del libro “Plenitud”)
El hombre es un ser
organizado especialmente para creer. Cuando no puede creer en Dios (por
indigestión de ciencia), cree en cualquier cosa: en un TABI, en un número, en
un augurio, en la espuma del café…
Después de la erupción
del volcán, volverá a edificar en la falda…
La naturaleza en esto,
es como en todo, muy sabia. El escéptico pirrónico sería un monstruo: no podría
subsistir.
La fe en algo es tan
necesaria como la respiración. Es el punto de apoyo de la vida.
…
Cree pues, sin rubor,
amigo. Si te engañan, cuando menos tuviste la dicha de haber creído.
…
ASCENDENTE EN
GÉMINIS, JÚPITER EN CASA I
Pero,
ese Sol tan privado, ¿se quedará allí, mirando al interior para siempre? ¿Es
posible esto si el Ascendente está en Géminis, curioso de todo lo que hay
alrededor y afuera? Y si Júpiter está en la casa I, ¿cómo no transmitir algo de
la sabiduría que se obtuvo en las profundidades?
En
Sol de Nervo, “recatado”,
según su propio adjetivo justo para Virgo, y escondido en la casa IV, entregó
escritos y palabras en abundancia. En “Almas recatadas” (Plenitud) se explica bien:
Si recatas demasiado tu alma, solo tú cosecharás la experiencia de
tu vida. Ni
abreviarás la faena de los otros, ni aumentarás con tu aceite la luz de su
lámpara. Más bien será como si escondieses tu candil bajo el celemín.
El orgullo no dejará de
cuchichearte: “tu secreto es una aristocracia. Los
otros no tienen el derecho de saberlo”.
Pero tú combatirás este sentimiento huraño y exclusivo, porque
aspiras a más:
aspiras a que tu experiencia sea mano que guía, brújula que conduce,
timonel que salva de las sirtes.
…
La
forma que encontró para ser esa “mano que guía” es geminiana:
Sé frívolo con los
frívolos…; pero de vez en cuando, como sin querer, como sin pensarlo, deja caer
en su copa, sobre la espuma de su frivolidad, el pétalo de rosa del Ensueño.
Si no reparan en él,
recógelo y véte de su lado, sonriente siempre: es que para ellos aún no llega
la hora.
Mas, si alguien coge el
pétalo, como a hurtadillas, y lo acaricia, y aspira su blando aroma, hazle
enseguida un discreto signo de inteligencia…
Llévale después aparte;
muéstrale alguna o alguna de las flores milagrosas de tu jardín; háblale de la
Divinidad invisible que nos rodea… y dale la palabra del conjuro, el ¡Sésamo, ábrete! De la verdadera
Libertad.
(fragmento de “El signo”, del libro Plenitud)
CUADRATURAS DE LA
LUNA: JÚPITER Y SATURNO
Sin
embargo, con una cuadratura entre aquel Júpiter y la Luna, a veces se produce
un desgaste, un cansancio de atender a la gente, de verse obligado a una
actitud condescendiente todo el tiempo, y tener que dejar de lado el lugar
confortable y protegido de la IV. Más aún, la Luna tiene, a su vez, una
cuadratura con Saturno en VII, y así, el sentido del deber hacia el prójimo
parece alejarlo, con tristeza, de su propio interior. Con dos cuadraturas, parece
difícil encontrar el punto adecuado. Nervo en “Sin ti, por ellos...” lo expresa
bien:
Señor, no puedo huir a
la montaña,
no puedo ir a buscarte
en el desierto,
porque es fuerza morar
entre los hombres.
JÚPITER
OPOSICIÓN El engranaje de mi
vida quiso
SATURNO
EN CASAS que lazos
irrompibles
I
Y VII (RELACIONES) me ligasen a innúmeros de ellos,
y dicen todas las
filosofías
que el precepto
esencial es el de amarlos.
Pero, tú bien lo
sabes,
SATURNO sus
voces vanas me ensordecen; sufro
EN
CASA VII un tedio irremediable de sus risas,
de sus plebeyos goces,
de su insipiencia
hinchada,
de su incesante y
fútil hormigueo.
Yo sé que solo un día
a tus pies,
contemplándote en silencio
con la interior mirada
del espíritu,
vale más que otros mil
bajo las tiendas
de los tristes
humanos.
Y es ésta, ya lo ves,
la prueba máxima
de amor que puedo
darte:
No estar contigo, por
estar con ellos…
Por escuchar sus
quejas, ¡ay!, dejarte;
por ayudarles, padecer
el frío
de tu ausencia, bien
mío;
trocar por sus
negruras tus destellos,
¡y por amarlos,
parecer no amarte!
Octubre
de 1917 (El estanque de los lotos)
MÁS SATURNO
Nervo
tiene más para contarnos de su Saturno en la casa VII.
Venus
en Leo es un factor central en su carta natal, de manera que nada de lo
afectivo le fue ajeno. Pero, yendo al plano de las concreciones, a las casas,
en particular la que está ligada a los vínculos interpersonales (VII), Saturno
debe haber puesto algunas condiciones y límites, a juzgar por lo expresado en
el texto que llamó “Amor vedado”, donde se identifica con Venus (“yo, el enamorado
del amor”), pero debe experimentar a Saturno:
La riqueza no está vedada; pero la
desdeñas.
El poder no te está vedado; pero
no lo buscas.
En cambio
te está vedado ya el Amor.
Las puertas del amor se cerraron
para ti hace muchos años.
Y en vano llamas y llamas. El aldabón resuena misteriosamente en la noche.
Y en vano llamas y llamas. El aldabón resuena misteriosamente en la noche.
…
Te miran los ojos azules, los ojos verdes, los ojos
negros, los ojos castaños
y tú imploras lo que parecen ofrecer esas miradas…
Pero un fallo enigmático de tu
destino, mantiene lejos de ti –el enamorado del amor- toda posibilidad de realizar lo que
los hados parecían ofrecerte al
elegir tu nombre.
Y comprendes que tus ansias son
imposibles y anhelas el término de ellas.
…
Dichoso aquel que puede
decir al fin de su existencia lo que el español Séneca dijo en sus altas máximas
morales: “Saldré de la vida protestando
que amé la buena conciencia y las buenas ocupaciones, y que NO DISMINUÍ LA LIBERTAD DE NADIE y ninguno disminuyó la
mía”.
…
(fragmento de “No disminuye la libertad” del libro
Plenitud)
LA CASA XII
Retornando
a la Luna: a pesar de las limitaciones de sus cuadraturas, encuentra igualmente
la vía que le da el trígono con Plutón. Pero resulta que Plutón está en la casa
XII, y hacia allí fue, porque la Luna percibe que en ese ámbito encontrará las
satisfacciones que permanentemente busca: la riqueza interior que, de tan
interior, no le pertenece a nadie en particular, sino que es universal. El
precio para obtener las joyas que allí se esconden es dejar el pequeño yo a un
lado, deshacerse de él.
Si
lo que hay en la casa XII es Plutón, las exigencias son mayores. Atravesar las
sucesivas puertas de esta casa para llegar al tesoro, es una aventura con todos
los terrores y maravillas de los cuentos de héroes. La llave de esta casa puede
mantener la puerta cerrada, pero tarde o temprano habrá que entrar:
¡Qué admirable es la
llave de oro que cierra cuidadosamente la puerta del castillo donde viven los fantasmas!...el
castillo de la Pena, de las Imaginaciones dolorosas, de los Miedos sin razón, de las Angustias
sin objeto…
(de “La llave” en Plenitud)
…
El desapego de las
cosas ilusorias; el convencimiento de su nulo ser; la facultad de suplirlas en
el alma con un ideal inaccesible, pero más real que ellas mismas; la
certidumbre de que nada, si no lo queremos, puede esclavizarnos, es ya el
comienzo de la libertad.
La muerte es la
LIBERTAD absoluta.
(fragmento de “La libertad” del libro Plenitud)
¡Tal
vez sea demasiado! Dejemos a Saturno y Plutón en paz y terminemos este artículo
con Venus. Se trata de un hermoso Venus, en Leo y en la casa III, que resume la
belleza de los escritos de Nervo, y de sus sentimientos vivos y genuinos.
Podríamos decir que casi toda su obra parece atravesada por este planeta. Pero
un solo ejemplo nos bastará:
EL
DÍA QUE ME QUIERAS
El día que me quieras tendrá más luz que
junio;
la noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.
la noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.
Las fuentes cristalinas
irán por las laderas
saltando cristalinas
el día que me quieras.
irán por las laderas
saltando cristalinas
el día que me quieras.
El día que me quieras, los sotos
escondidos
resonarán arpegios nunca jamás oídos.
Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras
que hubo y habrá en el mundo serán cuando me quieras.
resonarán arpegios nunca jamás oídos.
Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras
que hubo y habrá en el mundo serán cuando me quieras.
Cogidas de la mano cual rubias
hermanitas,
luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por montes y praderas,
delante de tus pasos, el día que me quieras...
Y si deshojas una, te dirá su inocente
postrer pétalo blanco: ¡Apasionadamente!
luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por montes y praderas,
delante de tus pasos, el día que me quieras...
Y si deshojas una, te dirá su inocente
postrer pétalo blanco: ¡Apasionadamente!
Al reventar el alba del día que me
quieras,
tendrán todos los tréboles cuatro hojas agoreras,
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos,
florecerán las místicas corolas de los lotos.
tendrán todos los tréboles cuatro hojas agoreras,
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos,
florecerán las místicas corolas de los lotos.
El día que me quieras será cada celaje
ala maravillosa; cada arrebol, miraje
de "Las Mil y una Noches"; cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte un altar.
ala maravillosa; cada arrebol, miraje
de "Las Mil y una Noches"; cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte un altar.
El día que me quieras, para nosotros dos
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios.
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios.
Los datos
para calcular la carta natal los obtuve en www.adabi.org.mx
(Personajes ilustres). Allí está transcripta el acta de bautismo con la hora de
nacimiento: 23:45. Hice un trabajo de rectificación sobre esta hora y llegué a
la que figura en el mapa al principio del artículo.
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